Los ediles Marianela Romero y Agustín Neme presentaron un proyecto que pide considerar a la educación como un servicio público esencial, con el objetivo de la vuelta de los alumnos a las aulas.
Mediante un proyecto de comunicación, desde el interbloque de Juntos Por el Cambio solicitaron al Congreso de la Nación Argentina y a la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires que establezcan a la educación como servicio público esencial durante el ciclo de escolaridad obligatoria con el objetivo de la vuelta a la presencialidad de las clases con el cumplimiento de las medidas sanitarias correspondientes.
En este contexto, señalaron que la recuperación del espacio escolar como centro básico del aprendizaje y lugar donde niños, niñas y adolescentes ponen en práctica sus habilidades socioemocionales es fundamental para evitar mayores daños a su preparación educativa.
“La virtualidad ha sido una herramienta para acompañar el proceso educativo, pero no podemos pensar en ella como el reemplazo de las aulas y de las relaciones personales que allí tienen lugar”, manifestó al respecto la concejal radical Marianela Romero, una de las impulsoras de la propuesta.
Por su parte, el edil del Pro Agustín Neme refirió: “La escolaridad no aumenta la gravedad de la pandemia, eso está debidamente documentado. La opinión científica recomienda abrir las escuelas, como así también la Organización Mundial de la Salud, UNICEF y la Unesco entre otros. No se puede perder más tiempo, es fundamental el regreso a las aulas y la presencialidad”.
El proyecto, que fue acompañado por todo el interbloque de Juntos por el Cambio prevé, asimismo, que el Consejo Federal de Educación establezca la presencialidad del dictado de clases durante el ciclo de escolaridad obligatoria con el cumplimiento de las medidas sanitarias correspondientes.
Por último, los concejales coincidieron en que “como comunidad, debemos plantearnos de una vez por todas a la educación como prioridad, siendo imperioso incluir los mecanismos necesarios para que la educación sea verdaderamente inclusiva y la única garantía para que ello suceda es la presencialidad”.